
Ha vuelto a hacerlo: después de Lágrimas bajo la cama y ¿Quién viene esta noche? Ana Meilán publica su tercer álbum Las llaves de los sueños. Por segunda vez se acompaña de la excepcional Silvina Eduardo que nos abre la puerta a un mundo de collage que nos dejará boquiabiertos. Y desde mi rincón literario, no podía no contaros mi opinión sobre este álbum y además prepararos unas cuantas sorpresitas, jiji!
Poneos cómod@s, empezamos!
Edad mínima recomendada: 3 años
Trama
Cada noche el universo de los sueños se abre delante de Adele, que a veces disfruta de sueños divertidísimos y otras veces no quiere ni irse a la cama, preocupada por los sueños feos que podría tener mientras duerme. Una de esas noches en las que Adele no puede conciliar el sueño, su madre le regala un manojo de llaves que la ayudarán a viajar al mundo de los sueños y a volver de ellos sin ningún problema. Y así durante dos noches Adele dormirá tranquila y disfrutará de sueños maravillosos. No así la tercera noche porque el sueño se transformará en pesadilla, aunque en ese momento Adele apretando fuertemente la llave, conseguirá volver a la tranquilidad.
Contenidos y Valores
Entramos de puntillas en esta nueva historia, donde desde el cielo nocturno van encendiéndose, poco a poco, muchas estrellas. Y junto con la luz de los astros se encienden los sueños de cada uno de nosotros.
Con este comienzo Ana prepara magistralmente nuestro ingreso a la historia que empieza a narrar así como la entrada en escena del personaje que la protagoniza: Adele, una niña de pelo rizado que en seguida nos habla de sus sueños, de los que tiene cada noche cuando se queda dormida.
Descubrimos que Adele tiene una preocupación: a veces no se siente tranquila cuando se va a la cama, porque tiene miedo a tener pesadillas. El problema de Adele es el detonante de la historia, el problema que Adele, y nosotr@s con ella querremos resolver.
Aparece entonces la madre de Adele: su amorosa figura de apego que la reconforta, la abraza, le hace compañía.
La mamá será la encargada de ofrecer la clave (nunca mejor dicho) para que se produzca el cambio que llevará a la solución del asunto: entregará a su hija un manojo de llaves, diciéndole que cada noche, cuando brille su estrella en el cielo, esas llaves la acompañarán en una nueva aventura.
En el momento en el que Adele recoge las llaves y las guarda debajo de su almohada, recordé en seguida los muñequitos quitapenas de la tradición guatemalteca. Los muñecos quitapenas o quitapesares son unos muñecos muy muy pequeños (que miden entre 1 y 2 centímetros) que se colocan debajo de la almohada a la hora de ir a dormir y después de haberles contado nuestras penas. Así nos quitamos las preocupaciones de nuestra mente para poder acoger el sueño. Será el muñequito quién se preocupará por nosotros y nos dejará descansar con tranquilidad.
Esta herramienta-amuleto siempre me ha parecido fascinante. No se trata de creer que los muñequitos “hagan el trabajo por nosotros”, aunque es lo que hacemos simbólicamente. Se trata de usar esa entidad externa para ser capaces de adquirir cierta distancia emocional, necesaria para poder actuar con lucidez con respecto a lo que nos preocupe y cuando nos pertenezca, sin generar unas ansias inútiles que nos impidan el descanso que necesitamos para poder adquirir esa misma claridad.
El manojo de llaves de Adele no funciona exactamente como los muñecos quitapesares, pero sí tiene una misma función simbólica que sirve para reforzar nuestra seguridad en nosotr@s mism@s y por ende la capacidad de mantener la calma y no dejarnos hundir por lo que acontece, en el caso de Adele, en el mundo de los sueños.
Cada noche cuando cerramos los ojos y dormimos empezamos un viaje dentro de nosotr@s mism@s en el que podemos encontrarnos con las situaciones más variadas, con personas que forman parte de nuestra vida, con personajes imaginarios, donde no hay norma que no pueda romperse o crearse. Abandonarse con tranquilidad en ese mundo de aventuras a veces puede preocupar a l@s peques ya que aún no controlan ni las categorías de tiempo, espacio y relación propias del mundo real. Por esa razón no son capaces de identificar con claridad el linde entre sueño y realidad y sus viajes oníricos pueden ser vividos con la misma veracidad con la que viven el día a día.
La madre de Adele siente la angustia de su hija y no la minimiza: su actitud de escucha y de aceptación frente a la necesidad emocional de su pequeña es completa. El acto de entregar a su hija unas llaves es un acto cargado de amor y de un simbolismo muy fuerte ya que las llaves en si son un objeto que permite abrir una puerta, encontrar una solución, encontrar una salida a algo que nos agobia. Y la madre de Adele entregándole las llaves parece decirle: solo tú puedes entender tus sueños y hacer que lo que acontezca en ellos no te supere.
El simbolismo invade todo el cuento, siendo reflejo del mundo que se está encargando de relatar: el mundo de los sueños, ese mundo que nos permite explorar de una forma simbólica nuestras vivencias, nuestras dudas, nuestros deseos.
Así será como Adele vivirá momentos de alegría asociados a la imagen de volar y un momento de angustia cuando sueñe con caer en un agujero que parece no tener fin. La angustia se apoderará de ella, y será recordando su llave, que representa su propia fuerza interior, su capacidad de dominar la situación y de volverla a su favor, como convertirá ese momento de pánico en un momento joyoso.
Será así como podamos entender el doble mensaje que nos transmite este libro: no solo se limita a hablar de los sueños que vivimos cuando dormimos, sino también de todos los que deseamos cumplir y en los que tenemos que confiar porque cada uno de nosotr@s tiene su propia personalísima llave que abre su sueño.
Ilustraciones
Detallista. Silvina Eduardo ha construido un universo en collage con una pericia y minuciosidad que dejan sin palabra. No sé cuanto tiempo me he detenido mirando como ha sido construida cada imágen, y quizás donde más tiempo me he entretenido ha sido en las páginas de la habitación de Adele donde hay muchísimos guiños a los protagonistas de otros cuentos con cuyas autoras -los Trastos- Ana y Silvina mantienen una fuerte relación de amistad: Inma Múñoz de la que aparecen sus puntitos Chimpún y Chamchán y el libro El sol de Elma, Cristina Oleby que aparece con su Viaje de Nora y con la Capa de su Superniña, la niña protagonista de Para Siempre de Camino García, El abrigo de Jana, Mamá Naturaleza, Blef, y, como no, Otto, el osito de peluche que conocimos en Donde duermen los sueños de Raquel Rodríguez García, con la que Ana mantiene un lazo muy especial y que considera como la madrina de este mismo cuento!
Os encantará descubrir todos estos detalles!!
Para qué y para quién
Un cuento que sin duda nos anima a confiar en nosotr@s mism@s, que nos quiere recordar el poder que tenemos sobre nuestra vida, nuestra inmensa capacidad de poder interactuar con la realidad sin tener que padecerla, sino volverla a nuestro favor, creando el camino que queramos recorrer, sin rechazar las dificultades, sino entendiéndolas como parte de nuestro camino.
Un cuento que no tiene edad límite porque siempre nos hará recordar la fuerza vital que tenemos en nuestro interior en la que solo tenemos que confiar para que construya todo aquello que le pertenece.
Aunque no constituyan el tema central del álbum hay muchos detalles que me ha gustado encontrar, y precisamente por no ser estrictamente necesarios con respecto al desarrollo de la historia.
– La centralidad de la figura materna, subrayada por la imagen del embarazo, por la foto de un momento de lactancia que cuelga en la pared de la habitación de Adele, por la relación de cariño y confianza que hay entre madre e hija, en el que sin faltar a su rol de protección y puerto seguro, la madre de Adele entrega, como simbólicamente hace con la entrega de las llaves, a su hija la confianza en su capacidad de saber gestionar su mundo emocional.
– La caracterización del personaje de Adele. Sin contarnos nada sobre ella, las ilustraciones se encargan de definirla sin estereotipos de género: Adele recorre el mundo con su bicicleta roja, donde lleva espada y escudo, mientras su capa color crema y roja ondea al viento. Sabemos que se trata de una niña solo y exclusivamente por su nombre, porque sus rasgos son absolutamente neutros.
Ahora que conocéis más sobre esta maravilla de álbum y que ya estáis deseando añadirlo a vuestra biblioteca, voy a daros tres buenas noticias:
- en La Cuentería ya podéis haceros con el libro y con los dos packs que Ana ha preparado para acompañarlo. Además desde hoy y hasta el sábado 14 de abril podréis pedir aquí vuestro ejemplar DEDICADO por Ana Meilán.
- Para quienes aún no tengan los 3 libros de Ana Meilán, tendréis la oportunidad de haceros con los tres comprándolos AQUÍ en un único pack con envío gratis!
- Estamos de SORTEO! Y se trata de un sorteo ÚNICO y muy especial ya que gracias a la tremenda disponibilidad de Ana y de Silvina, sortearemos un ejemplar dedicado por Ana Meilán y una preciosidad de CUADRO único hecho por Silvina Eduardo! Os lo juro: no sabéis qué difícil se me va a hacer empaquetarlo y enviarlo: es taaaan bonito!!!
¿A que es una maravilla?
Hay cinco modalidades para apuntarse, (suscripción, facebook, instagram, clientes de La Cuentería y una nueva: miembros del grupo Frikicuentería). Por cada una en la que te apuntes tendrás una participación!
¡SORTEO CERRADO!
La ganadora del sorteo es Belén Sánchez Concha (como miembro del grupo Frikicuentería)
¡¡Enhorabuena Belén!! ¡Sé que te hará una ilusión tremenda!
Muchas gracias a tod@s por haber participado, recordad que aún podéis pedir vuestro ejemplar de Las llaves de los sueños DEDICADO por Ana Meilán aquí! Tenéis hasta la media noche de hoy y si alguien se cuela el domingo, pues también!
Espero que disfrutéis mucho del finde, yo estaré preparando la promo que saldrá el lunes: no os la perdáis porque es muy muy especial!
Un abrazo muy fuerte!!
Yolanda / 9 abril, 2018
¡Qué libro más bonito!
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Laura (Author) / 10 abril, 2018
Hola Yolanda!
Síiii!! A mi me ha emocionado cuando lo he leído la primera vez!!!
Un abrazo!
Laura
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Yunuen Varela / 10 abril, 2018
Que hermoso, gracias Laura por esta reseña. Leíste alguna vez Ramón Preocupon de Anthony Brown? Lo recordé por los muñequitos quitapesares que mencionas.
A mi hijo ese libro junto con los muñequitos fueron de gran ayuda. Maravillosa idea el simbolismo de las llaves.
Un abrazo.
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Laura (Author) / 10 abril, 2018
Hola Yunuen!
Sí! Estuve a punto de citar el libro de Anthony Brown, pero he pensado que la reseña ya se estaba alargando mucho!!
Es un súperlibro pero es algo oscuro y recuerdo como mi pequeña empezó a preocuparse por lo que preocupaba al pobre Ramón! Pero claro, lo leyó con 2 años y medio, era algo pequeña para esas ilustraciones.
Pero la historia y los muñequitos en si son una herramienta muy poderosa!
Un abrazo para ti también!
Laura
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