No es una novedad: ¡Pablo Albo me encanta! Cuando descubrí La merienda del parque me enamoré aún más: ¿y sabéis qué es lo que me fascina de este autor? Su inteligencia, la capacidad que tiene de darle la vuelta a las cosas, de sorprender. Y con La merienda del parque lo consigue a la perfección!
Ah! Una nota importante: el spoiler de hoy es bien grande, ya que al conocer el final se entiende el sentido de toooooodo el álbum. Os dejo a vosotr@s la posibilidad de elegir si conocerlo o no y os avisaré antes de que podáis leerlo ;)
La merienda del parque
Autor@s: Pablo Albo, Cecilia Moreno
Editorial: Narval
Edad recomendada: a partir de 3 años
Trama
Alberto va al parque con la mochila bien cargada para la merienda. Va sacando el zumo y se lo beben entero los gorriones, saca la manzana y los gusanos se hacen con ella, y así con su rosquilla de chocolate y su bocadillo de chorizo. ¿Podrá merendar finalmente Alberto?
Contenidos y Valores
Como os comenté al principio de la reseña, el factor clave de este álbum está en el elemento sorpresa. Y Albo lo construye magistralmente. Muchas veces podemos imaginar por donde tira un álbum que quiere despertar nuestra imaginación, que nos mete curiosidad por saber como acabará el asunto, pero aquí el giro es de 360 grados.
Pero ese factor-sorpresa no es el único que hace grande este álbum. Toda su construcción es, me atrevo a decir, perfecta. El tiempo narrativo está genialmente elegido,tanto a nivel de vocabulario, como a nivel de acontecimientos que van en crescendo según vamos pasando páginas.
Una tranquila tarde en el parque, lo más común de lo común, se transforma en una tarde llena de acontecimientos extraordinarios, donde aparecen personajes imposibles, o por lo menos imposibles en lo que son las categorías de lo normal y corriente.
Alberto, un niño común y corriente hace lo más común y corriente de este mundo: se va al parque con la merienda. Pero lo que acontece no es exactamente lo que nos esperamos. Al sacar el zumo, 75 gorriones pardos se lanzan sobre la botellita.
La primera reacción que tenemos frente a este acontecimiento es asombro y sobre todo preocupación por Alberto: ¡se ha quedado sin zumo! Este sentimiento se mezcla con otras reflexiones: ¿son efectivamente 75 los gorriones que han dibujado? Y venga a contar!
Comprobado: ¡son 75! Seguimos en la lectura entonces con cierta aprensión: ya no estamos tan segur@s de que esta merienda va a ser tranquila. Y efectivamente la escena se repite con toda la comida que va sacando Alberto de la mochila.
Lo único que podría alertarnos sobre el giro final que dará la historia es la tranquilidad de Alberto.
Si no necesitáis que os cuente como acaba y queréis haceros con este álbum para descubrirlo por vosotr@s mism@s, os dejo aquí el enlace directo a la tienda.
Si, en cambio, quieres que te lo cuente todo, sigue leyendo!
spoiler
Alberto seguirá sacando comida de su mochila y no meterá nada en la boca: la manzana los gusanos, la rosquilla se la comerán los peces y el bocata los más disparatados personajes. Cuando ya todo se ha acabado, aparecerá la mamá de Alberto.
¡Tachán! Allí entendemos todo! La merienda no era de Alberto, sino DEL parque! Ay si lo dice tan claro el título! ¿Cómo podemos habernos equivocado?
Pablo Albo nos lanza un mensaje muy claro: las palabras son importantes, y como las leemos más aún. ¡En ese sentido este álbum parece un homenaje al Guzmán de Alfarache!
Esto es lo que pretende este álbum: hacernos ver como no siempre lo que parece ser de una manera lo es. Un mensaje muy fuerte sobre la importancia de la autocrítica y de saber admitir que nos hemos equivocado juzgando personas y comportamientos, sobre todo desde un enfoque de dolencia. Sí, tal cual.
La merienda del parque es una invitación a la reflexión sobre la palabra, a la importancia de la poesía, a la importancia de estar en el momento presente y de no encasillar todo en lo que ya se supone conocemos. Hay que abrirse a lo nuevo a lo inesperado, porque solo así podremos disfrutar de la vida en su plenitud.
Ilustración
Cecilia Moreno no podía haber encontrado una forma mejor para acompañar esta gran historia: nos invita a dudar sobre las cantidades que representa haciendo redundar el mensaje de no dar por sentado todo, de mirar realmente hasta el fondo, pero a la vez dándonos cuenta de que si sabemos leer bien el mensaje, nada se nos oculta. ¡Fenomenal!
Para qué y para quién
Resumiendo: para tod@s y para tod@. Sí, porque como adulta lo estoy disfrutando muchísimo, tal como lo disfrutan mis peques, una de 5 años y medio y otra de 11. Ya veis: el tema de la edad recomendada siempre hay que pillarlo con pinzas!
Este álbum es divertido, entretenido, inteligente, nos hace reflexionar sobre nuestra relación con la naturaleza, con los demás, nos hace cuestionar la generosidad, el concepto de propriedad, nos hace disfrutar con una prosa genial, y además, como si esto no fuera suficiente, está escrito en mayúscula con lo cual es un libro perfecto para quienes empiezan a lanzarse en la lectura autónoma, y para rematar estimula al cálculo y al conteo. Por no hablar de las ilustraciones que favorecen también el reconocer formas geométricas y series. ¡Imposible dar algo más!
Si este álbum os ha dejado alucinad@s como a mi, podéis conseguirlo aquí en la tienda de La Cuentería!
¡Un abrazo y hasta el lunes con una nueva reseña que va además con sorpresa añadida!
