Hace tiempo que tenía pendiente la lectura de Nuda, la hija de la lluvia. Su autor Jesús López Moya es sin duda un autor al que le sigo la pista y que aprecio no solo por su estilo, sino por la fuerza social de las historias que elige contar.

Con Nuda no se desmiente y nos entrega una novela breve, directa, poderosa y transformadora.

Nuda, la hija de la lluvia
Jesús López Moya
Editorial: Nubeocho

Edad recomendada: a partir de 6 años

Trama

Lía y Kani y viven en un pueblo con su padre. Un día encuentran cerca de los pozos a una niña, completamente desnuda y que no contesta a sus preguntas. Finalmente la bautizarán Nuda y la llevarán a su pueblo donde el padre decidirá adoptarla sin la bendición del hechicero que gobierna la aldea. Con la llegada de Nuda se pondrán de manifiesto todas las injusticias que sufren las mujeres en ese poblado, ya que Nuda se rebela a esas normas sinsentido.

Contenidos y Valores

Hace un tiempo ya van apareciendo álbumes y libros informativos que pretenden sacar del olvido la historia de muchas mujeres que parece no haber existido nunca y no haber operado un importante cambio en la sociedad y en la cultura mundial.

Un ejemplo claro lo es la serie de Mujeres de Isabel Ruiz Ruiz que este año acaba de conseguir la publicación de su tercer volumen gracias a un amplísima aceptación del crowdfunding que lanzó en el mes de septiembre. La colección Pequeña y grande de la editorial Alba es otro ejemplo de este impulso coeducativo en la propuestas editoriales.

No obstante aprecie mucho estas publicaciones, echaba en falta la presencia de una historia inventada, de literatura en el sentido más propio de la palabra, donde lo que se conoce es un personaje ficticio que nos invita a aventurarnos en una historia que no sabemos como se desarrollará.

Nuda era el personaje que estaba esperando encontrar.

Nuda es una niña que dos hermanas se encuentran por casualidad. La encuentran mientras está desempeñando una tarea propria de los hombres, pero que su padre, Miti, les encomandaba pese a las críticas que recibía. Allí se encontraron con Nuda. Nuda aparece como un animal salvaje, no habla, no lleva ropa, está sola. Y por eso la bautizaron Nuda, de desnuda.

Pese al rechazo del pueblo sobre el hecho de que Nuda se quedase, Miti la acogió en su casa. El sentido común de ese hombre era mucho más alto que las creencias ciegas que dominaban la mente de quienes vivían en el poblado. Lejos de ser crítico con poblaciones y civilizaciones primitivas, la crítica es dirigida a quienes por respeto a las normas establecidas, por muy injustas que sean, descuidan valores universales como el respeto de otro ser humano, el respeto a la vida, la ayuda a quien necesita de nuestra presencia y asistencias.

Miti se configura como un personaje clave en la narración porque representa un hombre que no comparte las normas del poblado, pero que entiende como en una sociedad es difícil llevar todo al otro extremo sin que la sociedad misma te rechace. Representa un hombre con un alto grado de conciencia, que parece decirnos: aunque sepamos que las cosas no son del todo correctas, no podemos pensar que el mundo cambie de repente.

Quienes no tendrá límite en este sentido será Nuda. Nuda es tal como aparece, tal como la llaman: desnuda, priva de cualquier condicionamento cultural. Ella es, sin cortes ni prejuicios, ella es pura espontaneidad, ella es libre de todo significado cultural que construya un significado donde no lo hay, que permita aceptar un abuso, que justifique, que acalle. Nuda es libre. Nuda es la libertad misma.

La libertad da miedo. Miedo de que esa libertad sea una irreverencia, miedo a que se pueda recibir un castigo por ser como se es. El miedo hará que todos juzguen a Nuda y Miti responsables de que ese martes después de la llegada al pueblo de Nuda no haya llovido como siempre.
Frente al ataque que el pueblo moverá hacia su persona, Nuda pronunciará palabras tan limpias y claras como su ser, palabras que una a una, como las gotas de la lluvia que empezarán a caer sin parar, limpiarán de erróneas creencias las conciencias de los que presencian ese momento.

Una lluvia fortísima cayó y con ella Nuda desapareció. Nadie volvió a saber de ella. Pero desde ese día algo cambió. La gente empezó a dejar de creer en los hechiceros y las niñas empezaron a jugar donde podían jugar solo los niños, compartiendo su infancia juntos. No todo cambió radicalmente, pero la semilla del cambio sí que se había sembrado y había empezado a dar sus frutos.

Ilustraciones

Mar Villar ha sido una elección genial para acompañar el texto de Jesús López Moya. La expresión de los personajes parecen construir un texto paralelo al que aparece escrito y a la vez el simbolismo escogido en la representación de algunas escenas – una sobre toda: Nuda que se viste con un ligero vestido rojo- son de una fuerza increíble.

Para qué y para quién

Nuda es una novela muy breve y muy intensa que nos ha enganchado a la lectura sin dejarnos utilizar el marcapágina que teníamos preparado cuando empezamos a leerla. La tensión es mantenida en una manera magistral y el argumento no puede ser más interesante. Así que la veo ideal para l@s peques que ya leen de forma autónoma pero que aún no pueden enfrentarse a textos muy largos. Los capítulos en los que va dividida son breves y dejan ese respiro que necesitan es@s lector@s que empiezan a quedarse a solas con un libro. 
También es ideal para peques de 5 años que muestran interés por historias que van por capítulos: en ese caso seremos nosotr@s a leerles y seguro que se mantendrán enganchad@s!
Como os he ido comentando a lo largo de la reseña, esta novela sostiene valores como la ruptura de los estereotipos de géneros enmarcándolos dentro de un concepto de sociedad que tiene que deponer sus armas y sus pensamientos anticuados en favor de una vivencia más respetuosa de todos. 

Nuda, la hija de la lluvia ya tiene su sitio en La Cuentería: podéis haceros con esta joya aquí en la tienda, colaboraréis así a que pueda seguir recomendando cuentos y libros acordes a la Crianza Respetuosa!

Nos leemos el viernes con otra reseña! Besotes!