Tranquil@, no te has equivocado: aunque el título del post de hoy “Salvar a los cocodrilos” puede hacerte pensar que te encuentres en una web de ecología y medioambiente, estás en el blog de reseñas de literatura infantil y juvenil de La Cuentería Respetuosa.
El título del post de hoy no es más que el título del nuevo álbum de Susanna Isern, maravillosamente ilustrado por Silvia Álvarez y editado con mucho mimo por la editorial Tu cuento y tú; aunque es cierto que una de las temáticas que toca claramente este libro es el respeto a los animales, aquí representados por unos preciosos cocodrilos.
En el post del lunes ya te hablé de este álbum ya que esta semana hemos organizado una promo de LIBRO DEDICADO, gracias a la colaboración de Susanna Isern. Y es que esta belleza de álbum puedes encargarlo dedicado por su autora hasta el domingo. Si ya estás decidid@ a no quedarte sin tu ejemplar dedicado puedes pedirlo aquí.
Si aún tienes dudas, ¡cuidado! la reseña de hoy podría quitártelas del todo!
Vamos a conocer a fondo “Salvar a los cocodrilos”.
Salvar a los cocodrilos
Autora: Susanna Isern; ilustradora: Silvia Álvarez
Editorial: Tu cuento y tú
Edad Recomendada Orientativa: desde los 4 años
Trama
Una niña lee un cartel que la asombra en una tienda de bolsos: liquidamos cocodrilos. Se alarma enseguida frente a una declaración de violencia tan absoluta y siente en ella la necesidad de salvar a los pobres cocodrilos. Conseguirá entrar en la tienda proponiendo a su madre que mire uno de los bolsos que se encuentran en oferta. De allí se escabullirá en el sótano donde encontrará a los cocodrilos indefensos y se encargará finalmente de salvarlos.
Contenidos y valores
Las historias contadas desde la perspectiva de l@s niñ@s que las protagonizan tienen para mi una fascinación especial. Es como ponerse unas lentes especiales, que te hacen ver el mundo con los ojos y, sobre todo, con el corazón tan puro de una niña o un niño.
En este cuento es lo que sucede de principio a fin, empezando por la interpretación literal de la frase “liquidamos cocodrilos”. Lena la interpreta como “matamos cocodrilos” y claro está, se queda en shock con una declaración de asesinato salvaje contra unos animales.
Esta interpretación de la niña es lo que da el vía a la historia, pero es también una forma de hacernos ver a l@s adult@s con cuanta ligereza asumimos el maltrato animal. De hecho aunque sea cierto que esa frase no nos hace sospechar que se esté ejecutando una matanza en la trastienda de un comercio, sí que solo puede darse porque en algún momento se han matado cocodrilos para hacer bolsos con sus pieles.
Esta doble calve de lectura nos permite seguir con la lectura estando tanto niñ@s como adult@s bien motivados a conocer su desenlace.
La imaginación de la pequeña corre como un tren y la empuja a buscar una solución para salvar a esos animales desamparados que se imagina hasta como merienda de la temible dependienta de la tienda.
Nuestra protagonista representa la infancia en su máxima esencia: siente miedo, mucho miedo, pero a la vez siente que el mundo depende de ella y que ella debe salvarlo porque puede. Ese atrevimiento al desafío de lo que se identifica como malo es un sentimiento fortísimo de la niñez: aún recuerdo haberlo vivido con muchísima intensidad, y no me cuesta imaginarme en esa misma situación, metiéndome en el sótano con mi plan de salvación.
Nuestra autora no rompe la magia, y nos deja seguir la historia desde la mirada de su prota: muchos pequeños e inofensivos cocodrilos aparecen en el sótano de la tienda y ella los ampara en su bolso cumpliendo con su misión!
Aquí los cocodrilos pierden toda connotación de animal peligroso y agresivo para representar con más fuerza la innecesaria violencia de las personas sobre el mundo animal. Las personas sacrifican sus vidas para alimentar su sentimiento de poder a través de objetos de lujo, como bolsos de pieles de cocodrilo.
La crítica es clara a lo largo de todo el cuento y se hace patente también en el gesto de la madre de la niña, que después de hablar con la dependienta -la supuesta bruja encargada de cumplir con el maltrato animal- elige comprar un bolso de tela.
Ilustraciones
Silvia Álvarez tiene un pincel mágico, todo hay que decirlo. Consigue hacernos adentrar en mundos oníricos y fantásticos con una habilidad indiscutible: la imagino rodeadas de pequeños cocodrilos y otros animales mientras va dando forma a los seres que aparecen en sus ilustraciones. El uso del color es impactante, de una fuerza que asombra: he intentado que las fotos lo reflejaran, pero no te voy a engañar: necesitas tener el libro entre manos para estremecerte tal como me ha pasado a mi.
Para qué y para quién
Imposible leer esta historia y no pararse a reflexionar sobre la relación de poder que las personas establecen sobre los animales. Aunque este tema sea el principal, también nos ofrece la posibilidad de vivir un momento de abstracción de la consueta y aburrida lógica adulta, para explorar el territorio de la imaginación y de la realidad del “todo es posible”. Este cuento nos empodera frente a lo que no nos gusta y queremos cambiar en el mundo, desde lo pequeño, como puede ser un acto directo en un comercio del barrio en el que vivimos. No nos pasa por alto ver que la protagonista de estos actos valientes es una niña, que lucha por lo que quiere, dispuesta a enfrentarse a lo que haya con tal de conseguir su objetivo de justicia. Un punto coeducativo que aplaudimos.
Por si fuera poco, justo con el libro tendrás un marcapáginas la mar de chulo, ideado por la misma Silvia Álvarez. Si lo recortas tendrás un cocodrilo con el que jugar y también representar la historia, y además por un lado viene en blanco para que quien quiera pueda colorearlo a su antojo!
Como ves no te faltarán motivos para querer que este libro forme parte de tu biblioteca, de la de tus peques o la de un centro escolar.
Puedes encargarlo en nuestra tienda online aquí, y además podrás pedir que vaya dedicado por la autora para la persona a la que lo quieras regalar.
No te lo pierdas: esta promo estará activa solo hasta el domingo 26 de mayo.