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Los caminos de los árboles

los caminos de los árboles

Un día Serena propuso en su escuelita un taller para aprender a trepar en los árboles, y me lo contó toda entusiasta cuando fui a recogerla. Maravilla de las maravillas cuando al día siguiente, sin saber como, Los caminos de los árboles llegó a mis manos. Y probablemente es en la misma historia que cuenta que se encuentra esta respuesta. Ya me diréis que os parece esta posibilidad, cuando conozcáis mejor este álbum.


Los caminos de los árboles
Autor@s: Pep Bruno, Mariana Cabassa
Editorial: La Fragatina

Edad recomendada: a partir de 4 años

Trama

Un niño y su abuelo están sentados en el banco de un jardín. El niño quiere trepar un árbol, pero no sabe como hacer. El abuelo le dirá que no necesita ni ser grande ni ser fuerte, sino tener paciencia y mirar con detenimiento cada árbol para descubrir el camino para subir en él. El niño hará suyas las palabras del abuelo y llegará hasta la copa del árbol desde donde verá el atardecer soñado por el abuelo, al que contará cada matiz de color del que se tiñe el cielo.

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Contenidos y Valores

En una entrevista sobre este álbum, su autor, Pep Bruno, dice que el mensaje que quería transmitir es el de tener presente el placer de las cosas sencillas y cotidianas. Pero para mi este cuento ha ido mucho más allá, dándome la oportunidad de ofrecer el comienzo de una reflexión filosófica profunda sobre el sentido de la vida.

Los dos personajes del cuento ya nos dicen mucho sobre el ciclo de la vida, por su relación y por su implícita situación: un abuelo y su nieto. El abuelo es claramente el depositario de la sabiduría, la persona que recibe las preguntas de su nieto y que contesta con amabilidad, claridad y decisión. El nieto escucha con ganas de aprender, con humildad y constancia. Una relación de cariño familiar hermosa.

los caminos de los árboles

Se trata de una relación real y también metafórica, en la que se ve como quienes estamos en un proceso de crecimiento y aprendizaje miramos para alante para entender lo que deseamos conseguir, pero también miramos hacia atrás para saber como se consiguió llegar hasta el momento presente. Atesoramos la experiencia y la usamos para seguir mejorando, para alcanzar nuestras propias metas.

Encantada con el tono pausado de la narración, con la fina elección del vocabulario empleado, que transmite en si esa paciencia, ese saber mirar despacio, con la atención bien puesta, para hacer que nuestro pensamiento se haga uno con lo que queremos entender, para que el yo y lo que es fuera del yo se fundan en un entendimiento completo, pleno.

Los caminos de los árboles

“Necesitas paciencia, necesitas tocar, sentir, pensar el árbol…”

Estremecida me quedé leyendo esta frase, en la que la observación del mundo exterior en una única cosa con el conocimiento de nuestro mundo interno. La simbiosis entre el ser humano y la naturaleza es plena y es a través de ella que conseguimos construir camino al andar.

Nos sentimos poderosos y a la vez sin poder ninguno, nos sentimos presentes, nos sentimos, nos conocemos, y somos capaces de sentir agradecimiento por la vida que hemos tenido el don de vivir. Y así es como un atardecer se transforma en algo hermoso, algo que nos hace vibrar en lo profundo: la imagen del niño contando el atardecer a su abuelo que se quedó sentado a los pies del árbol es conmovedora y construye la cosmogonía de nuestro día a día.

Los caminos de los árboles

Puedo releer infinitas veces este cuento, sus palabras siempre me embrujan: es como recordarme donde se encuentra el norte, deshacerme de toda cosa superflua para centrar la médula de la existencia, que es única y universal aún teniendo infinitos caminos de expresión.

Ilustraciones

La ensoñación que nos propone Pep Bruno es debidamente acompañada por el maravilloso trabajo de Mariona Cabassa que nos regala pintura y collage a manos llenas, llenando nuestros ojos de un arte que no podremos hacer otra cosa que admirar.

los caminos de los árboles

Para qué y para quién

Este cuento me lo regalé antes de que me pidieran mis hijas quedárselo. Porque me tocó en lo más íntimo, porque es un discurso poético que alimenta el alma, porque siempre enriquece, estés en el momento que estés en la vida. Un niño que quiere subir a un árbol, un niño que quiere superar una dificultad, que busca como hacerlo y que descubre que la herramienta que necesita no es otra cosa que su presencia, su fuerza interior, su propio ser. Una historia que sin duda toca la autoestima, la generosidad, el amor para el prójimo, la belleza de la vida, la fusión con la naturaleza, el saber apreciar lo que nos rodea.  En fin, ¡no creo que deje algún tema sin tocar!
Y ya para rizar el rizo: ¿como no pensar en este álbum para regalar en el día de los abuelos?

Dicho lo dicho no puedo que recomendaros de todo corazón esta maravilla de álbum.
Lo encuentras ya en La Cuentería haciendo clic aquí!firma Laura

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