El mar lo vio – con sorteo

Este año estoy descubriendo álbumes muy emotivos y El mar lo vio está sin duda entre ellos.
Estoy segura de que esta historia te emocionará tanto como a mi, y querrás tenerla en tu biblioteca, porque se lo merece y mucho.

Por esto hoy, junto con la reseña, traigo el sorteo de dos ejemplares de este álbum. Al final del post te cuento cómo hacer para participar .

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El mar lo vio
Autor e ilustrador: Tom Percival
Editorial: Andana

Edad Recomendada Orientativa: desde los 4 años

Trama

Sofía va de excursión a la playa con su padre, pero una tormenta improvisa les obliga a huir de la playa a toda prisa. Es en ese momento cuando el osito de peluche de Sofía, que antes había pertenecido a su abuelo y luego a su madre, se cae de un bolso sin que se enteren y se queda allí, solo en la playa. El mar decidirá recogerlo para devolverlo a su dueña. Pero el camino de vuelta se hace muy largo, tanto que cuando nuestro osito vuelve a casa, encuentra una Sofía muy cambiada.

Contenidos y valores

-Mamá, ¡qué bueno es el mar!
Serena me ha repetido tres veces esta frase mientras leíamos, por primera vez, El mar lo vio. En sus ojos vi el brillo de un deseo al momento de cumplirse, un sueño ansiado que llega a hacerse realidad, un reencuentro que es tan bonito como nos lo esperábamos.

¿No es, acaso, eso lo que tod@s esperamos que nos reserve la vida?
Sin duda. Allí está la universalidad de la historia que cuenta este precioso álbum.

Con Sofía conocemos su osito, su familia, la ausencia de su madre y ese lazo de amor que los une en forma de osito de peluche.

Ese objeto, símbolo de amor, desaparece dejando en Sofía una gran tristeza. Desde la infancia experimentamos fases de gran apego emocional a los objetos. Pensemos en lo que Winnicot definió como objeto transicional: un objeto en el que l@s niñ@s trasladan el cariño y el apego hacia su adult@ de referencia y que les permite llevar con más facilidad la separación de est@ mism@.

La pérdida o la separación involuntaria de ese objeto constituye un verdadero duelo para un peque. Por eso l@s pequeñ@s lector@s empatizarán con Sofía en su sentimiento de perdida y de desamparo. Situar este momento de pérdida en una repentina tormenta, es una forma de representar simbólicamente las emociones de este suceso, hasta colocar en una ilustración con fondo negro el momento exacto de la pérdida del pequeño oso.

Pero el mar, ese mar tan grande, aparentemente silencioso e indiferente, lo vio todo. Se encontró al osito solo en la playa, y no pudo hacer otra cosa que recogerlo para intentar devolverlo a su hogar.

El mar, elemento representativo de la naturaleza y, por ende, de la vida misma, es una fuerza benévola, que empatiza con la necesidad humana y que conspira para que los afectos permanezcan unidos.

Estar frente al mar y mirarlo es, quizás, una de las cosas que he hecho siempre en mi vida y que siempre me dan mucha paz. Esa energía tan poderosa del mar encarna una figura que cuida y ampara a su manera y como puede, porque las vías que puede recorrer son muchas.

Así veremos el osito cruzar mares serenos y en borrasca, quedarse a salvo en las rocas, esperando el deshielo del mar, colgarse de un ancla, aprovechando el paso de un bucle en su camino.

Página tras páginas seguimos con la respiración suspendida el viaje del pequeño peluche. Página tras página no hace más que aumentar nuestro deseo por ver cumplirse ese reencuentro entre él y Sofía.

Queremos ver el amor triunfar, queremos sentirnos segur@s, queremos saber que nunca nos va a fallar. A escasas páginas del final se cumple la magia. Estamos convencidos que veremos pronto a Sofía brincar viendo a su osito, pero no es esto lo que pasará.

Cuidado: ¡Spoiler! si prefieres no conocer el final de la historia no sigas leyendo.

La niña que encontrará al peluche es la nieta de Sofía. Sofía ya es una abuela.
Nos quedaremos sorprendid@s porque no nos esperamos que mientras acompañábamos al osito en su periplo, el tiempo que estaba pasando fuese tan largo. Así el autor nos entrega una doble emoción. No solo se cumple el reencuentro entre Sofía y su querido osito, sino que se cumple cuando Sofía ya no es una niña, cuando ya había dejado de esperar que pudiera volver a tener entre sus brazos a su peluche.

Sin embargo Sofía ha guardado su amigo de tela en su recuerdo, al igual que guarda el amor de su abuelo, el de su madre y probablemente ya también el de su padre.

No hay nada que se pierda del todo si lo guardas dentro de tu corazón.

Juntas, nieta y abuela, volverán al mar, a contemplar la grandeza del mundo, la belleza y la magia de este planeta, donde la energía del amor nos mantiene unidos y traspasa las fronteras del espacio y del tiempo.

Ilustraciones

Tome Percival ha hecho un trabajo muy interesante también a nivel de ilustración. Ha querido crear algunos fondos del álbum a través de un collage muy peculiar. Para su composición ha utilizado  pinturas del Rijsmuseum de Amsterdam y que se encuentran disponibles y libres de derecho en su web. Escogiendo varios detalles de unas cuantas pinturas, ha ido componiendo poco a poco un nuevo fondo.
A parte de esta técnica peculiar, vemos a lo largo de todo el álbum el afán de experimentación de Percival, que es un poco simbólico de cuanto cuenta su misma historia: hay un hilo rojo que lo une todo.

Para qué y para quién

El mar lo vio es un álbum cofre del tesoro, como suelo llamarlos cuando nos permiten un viaje interior profundo que puede abarcar muchos aspectos a la vez. Toca cuerdas tan importantes como los vínculos familiares, los recuerdos, el duelo, las separaciones, las pérdidas, los reencuentro, la esperanza, la fe.
Nos ofrece la posibilidad de descubrir la niña y el niño que siguen viviendo en la piel de los adult@s y de l@s ancin@s, generando una unión difícil de encontrar en contextos narrativos.
Sin duda es un álbum de una emotividad impactante que podremos disfrutar desde la infancia hasta a vida adulta.

El mar lo vio ya forma parte de la familia de cuentos de La Cuentería: lo encuentras aquí. Y si lo quieres en catalán, puedes enviarme un email y encargarlo en ese idioma también.

Además, como te dije al principio de la reseña, hoy sorteamos dos ejemplares de esta joya en las redes sociales de La Cuentería: un ejemplar en Facebook y uno en Instagram.
Para apuntarte ve a la página de Facebook de La Cuentería
o a la cuenta de Instagram: allí tendrás todo explicado al detalle.
Podrás apuntarte a ambos sorteos hasta el sábado 30 de marzo. El domingo 31 publicaré le resultado aquí y en cada red social.

¡Mucha suerte!