Estamos a nada de la navidad, en casa huele a turrón de yema tostada, a almendras garrapiñadas, a polvorones y chocolate, vamos que nos estamos preparando bien bien para poner a trabajar hígado y riñones con una sobredosis de azúcar! Pero aún me reservo un poquito de tiempo para compartir con vosotr@s cuentos e historias que nos envuelven en su magia y en su poesía.
El álbum que he decidido reseñar hoy no tiene que ver con el imaginario de la navidad que solemos visualizar, ese protagonizado por el abeto decorado, las luces de colores, los regalos y los copos de nieve que se depositan silenciosos y cándido en el alfeizar de la ventana. No, no voy a reseñar el “típico álbum navideño”, aunque el álbum que he elegido sí que lo considero apropiado para estas fechas ya que nos propone reflexionar sobre la vida, su origen y su celebración. Os invito a cerrar los ojos y a imaginaros un escenario completamente distinto, donde una naturaleza salvaje y exuberante nos acoge para conocer los misterios primigenios de esa primera mujer y ese primer hombre que sembraron su risa, tan hermosa como una flor: “Cuando floreció la risa”.
Cuando floreció la risa
Autoras: Gioconda Belli, Alicia Baladan
Editorial: libros del Zorro Rojo
Edad recomendada: a partir de 3 años
Trama
Enea y Alia se encuentran en la selva. Nunca han visto a nadie más que a ell@s mism@s y se sorprenden por su encuentro. Tienen ganas de mirarse, de contarse el uno a la otra y de conocerse, de tocarse. Disfrutan de su encuentro y ríen y ríen mientras juegan hasta que la naturaleza quiere divertirse tanto como ell@s dos. Una búsqueda de la risa y del placer que dará pie a un mágico florecer.
Contenido y valores
Sin duda el nombre de Gioconda Belli y la ilustración de portada son dos indicios que preparan nuestra lectura hacia ciertas expectativas. Gioconda Belli, escritora y activista nicaragüense, fue considerada autora revolucionaria por su forma de hablar de la sexualidad femenina, hasta el punto de ser definida -erróneamente, vamos a especificarlo- escritora de textos pornográficos.
En “Sobre la Grama”, el primero de sus poemarios, publicado en el 1972, Giocanda Belli propuso un gran cambio en el entendimiento y en la expresión de la sexualidad de la mujer como ella misma explica en una entrevista recién publicada en su proprio blog:
“Siento que (antes) había una mirada de la mujer como objeto sexual, pero yo hablé como sujeto de mi propia sexualidad. […] hice una profesión de fe de mi propio ser mujer. No hay una posición de víctima, de vergüenza, de modestia, sino afirmativa, asertiva. Lo más importante es eso: pasar de ser objeto a ser sujeto.”
Y así acontece en el encuentro de Enea y Alia, el primer hombre y la primera mujer en la Tierra – o mejor dicho el primer niño y la primera niña. Ambos tienen un rol activo, ambos se preguntan, observan y en su mirada descubren la peculiaridad de cada uno sin que esta identifique la supremacía de uno de ell@s.
Ambos son parte de un mismo juego, de vivir el momento presente dejándose libres de conocer, de preguntarse y de experimentar, dando respuestas sabias y certeras a todas sus preguntas.
Todo acontece a través del juego, del juego entendido como libre actuación priva de finalidad alguna, disposición al descubrimiento, satisfacción de una curiosidad innata. La sexualidad es vivida así sin tabúes, la relación masculina y femenina se desarrolla a la vez en un plano físico y emocional, satisfaciendo las pulsiones de ambos, desatando la risa como manifestación más pura del disfrute mutuo.
El mundo observa el espectáculo de ese juego humano queriendo tomar parte en ello, queriendo llegar a ese punto de gozo que tanto resuena en el aire. La naturaleza quiere fundirse con esa perfección humana, al revés de lo que estamos acostumbrados a ver sobre todo en la lectura de la poesía: suele ser el ser humano quien anhela a llegar a la perfección de la naturaleza.
Aquí se invierten los roles y es la naturaleza que se queda admirada, casi envidiosa, de la belleza del ser humano, del armonía y del fragor de su risa, de su intensa vitalidad. El mensaje nos llega claro: somos bell@s, hermosa es la esencia de nuestros deseos y el cumplirse de ellos, la libertad de nuestra expresión física y emotiva es lo que nos lleva a hacer de nuestra vida un lugar donde disfrutar plenamente, en armonía con nuestro interior, con quienes compartimos la vida y con el mundo que habitamos.
El entendimiento de tanta belleza es representado por el florecer del árbol en el que Enea y Alia se duermen: el árbol se abandona a su florecer, se deja ir a su sensación, a su placer y su belleza abruma de felicidad y llena con una nueva sonrisa a Enea y Alia.
Ilustraciones
Alicia Baladan ha hecho un trabajo tremendamente exacto, sabiendo transferir en sus lienzos esa belleza absoluta que Gioconda Belli define con sus palabras. Nos parecerá sentir la frescura del agua en la que se bañan Enea y Alia, podremos notar el movimiento del aire producido por el aleteo de los pájaros, oleremos el aroma de todas esas plantas que construyen el edén en el que habita nuestro yo. Un paisaje delicado y a la vez penetrante, ¡un trabajo que me ha dejado boquiabierta!
Para qué y para quién
Como habéis podido ver recomiendo este libro a partir de los 3 años y no le pongo límite de edad ya que me parece un álbum estupendo para leer en todo momento de la vida de una persona: infancia, adolescencia y madurez. Quizás os estaréis preguntando el porqué ya que debido a esa exploración sobre la sexualidad que propone quizás sea más adecuado para niñ@s más grandes. Y no, no creo que haya que ponerle un límite a esa exploración: bastará con pensar que nuestr@s hij@s exploran su cuerpo desde que se encuentran en el vientre de su madre.
He visto Serena disfrutar de la lectura de este álbum, me ha hecho muchas preguntas, una de ellas ha sido: “¿Cómo es posible que el chico del cuento se llame Enea? ¡Un nombre que acaba en A es de chica!” Y claro, esa duda se dio porque las ilustraciones no ponen de manifiesto los órganos sexuales de ninguno de los dos protagonistas. Sinceramente no me ha incomodado la ausencia de una ilustración explícita, porque da pie a que podamos centrarnos en la dimensión del juego vivida por ambas figuras, y que es el nudo central de toda la historia. ¿Qué os parece a vosotr@s?
Si este álbum os ha enamorado tanto como a mi, lo encontráis aquí en nuestra tienda.
Con esta reseña me despido hasta el próximo miércoles, y me deseo y os deseo que pasemos unos días llenos de risa y de juego, siendo capaces de saber sentir el fluir de tanta belleza que nos rodea, pese a lo que nos pueda quitar la serenidad, pese a la situación de desamor, violencia y desamparo que hay en el mundo.
Me deseo y os deseo que nuestra vida sea un juego, un juego que nos tomemos muy en serio, en el que aprendamos a vivir y conocer sin prejuicios, un juego en el que todos pueden participar con su peculiar y especial forma de ser. Para ello tenemos un@s maestr@s brillantes, que para ello han venido a nuestras vidas y que nos regalan su risa a cada rato: nuestr@s niñ@s.
Dejemos que florezca nuestra sonrisa, dejémonos vivir esa vida hermosa que hemos tenido la suerte de recibir!